Brava, atrapada entre la culpa y el miedo
Una de las películas que ha participado a concurso en la Sección Oficial de Festival de Málaga-Cine en español, ha sido Brava.
Dirigida por Roser Aguilar, que regresa al largometraje después de haber rodado en 2007, Lo mejor de mi.
El guión es de la propia directora junto con Alejandro Hernández.
Brava, relata la historia de Janine (Laia Marull), tiene una vida feliz, un trabajo en banca,un posible traslado a China, pero de pronto su vida se vine abajo, después de sufrir un asalto en el metro y presenciar la violación de una chica.
El sentimiento de culpa y miedo que la hace vivir esta situación, la empuja a huir un tiempo a su pueblo natal, buscando la tranquilidad que necesita, pero allí tampoco será capaz de huir de ese dolor.
A Janine, durante toda la película la persigue un doble sentimiento de culpa, por haber sido víctima de la agresión y por haber sido testigo mudo de una violación y mirar hacia otro lado.
La cinta está rodada en catalán, y situada en el Ampurdán.
Es una película que abusa de los silencios, y de la introspección de la protagonista, lo que hace que a veces nos alejemos de su personaje, que no lleguemos a empatizar con su papel.
Sobretodo en la segunda parte de la película, cuando la protagonista viaja a su pueblo, hay diversas situaciones y reacciones del personaje que no se entienden bien.
A parte de Laia Marull, en el papel protagonista el reparto lo completan Bruno Todeschini, Emilio Gutiérrez Caba y Sergio Caballero.
Como curiosidad decir que en la rueda de prensa posterior a su proyección, la directora ha explicado porque la ha titulado Brava, brava significa tanto en catalán como en castellano, valiente, y que en italiano es buena. Además, está rodada en la Costa Brava. «Todo lo que le pasa a Janine es porque llama la atención a unos chavales que están intentando robar a una mujer. Ahí tiene un momento valiente. Además, es un personaje valiente que hace un viaje oscuro».
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