La directora de Carmen y Lola, Arantxa Echevarría, regresa a los cines con su tercer largometraje Chinas, una película sobre los problemas de identidad de niños y jóvenes de la comunidad china en España.

Las protagonistas son Lucia y Xiang, dos niñas de origen chino con realidades opuestas.

Lucia tiene nueve años es hija de inmigrantes chinos dueños de un bazar (un chino) en el que trabajan largas jornadas, sus padres apenas hablan español y no desean integrarse en las costumbres de la sociedad española.

El mayor sueño de Lucia es poder celebrar sus cumpleaños en un Burger King.

Xiang es otra pequeña de 9 años, fue adoptada de pequeña por un matrimonio español, pero ella se ve diferente al resto y en esta búsqueda de su lugar en el mundo, comienza a hacerse preguntas sobre su familia biológica.

Xiang no parece integrarse muy bien en el colegio al que asiste, y la cambian a una escuela pública, donde coincidirá con Lucia.

Hay un tercer personaje en cuestión, Claudia, la hermana adolescente de Lucia, que como todo adolescente tiene que lidiar con la incomprensión de sus padres y la aceptación del grupo.

Unos padres que la exigen buenas notas, atender el bazar, cuidar a su hermana y por si fuera poco que empiece a buscar pareja, pero que sea de origen chino por supuesto.

Lo mejor de la película, a parte del tema tratado, es la selección de actores, las niñas son todo un descubrimiento, se ve que ha habido una gran dirección de actores y sobre todo muy buen trabajo en el casting, para conseguir ese naturalismo en su expresiones y diálogos.

Pero quizá ha querido abarcar demasiados temas, lo que la lleva a un excesivo metraje, y en el que la directora no ha conseguido cerrar algunos de los temas tratados.

Probablemente prescindiendo de los conflictos y de los primeros escarceos sexuales de la hermana adolescente, se hubiera hecho una película más redonda.

En definitiva, una película cargada de buenas intenciones, con muy buenos actores, de la que se podía haber sacado más, pero que vale la pena ir a verla.