‘Quiero que me traten como a un niño’ dice Son, uno de los protagonistas de La mitad de Ana, a su madre Ana, la otra protagonista de la película y que da título a esta historia.

Son, tiene ocho años, ha nacido en un cuerpo de niña y en este momento está atravesando un conflicto de identidad con su cuerpo, pero la cinta no se centra en el momento vital del niño, como ocurría en 20.000 especies de abejas, si no en el de la madre que en cierto modo también busca su identidad.

Ana busca su lugar en el mundo como mujer, no solo como madre, es un personaje que al principio se encuentra roto, como su mundo, que tras la separación y los conflictos emocionales de su  hijo parece que se desmorona y no sabe muy bien cómo afrontarlos.

Ana ha estudiado bellas artes y trabaja como vigilante de sala en el Museo Reina Sofia, lo que le permite cada día observar y tener ensoñaciones con el cuadro Un mundo de la pintora Ángeles Santos .

Es el debut en la dirección de largometrajes de Marta Nieto, no así en la dirección, pues ya se puso detrás de las cámaras para rodar el cortometraje Son, que fue estrenado en 2022 en Seminci, el mismo marco en que se ha estrenado esta cinta.

Marta es también la actriz principal de esta historia, que ha coescrito junto a Beatriz Herzog.

En el reparto la acompañan Noa Álvarez, Nahuel Pérez Biscayart y Arnau Comas entre otros.

Gusta la sensibilidad y el tacto con el que están tratados los personajes, pero abusa de elementos como el juego de reflejos que invade muchas escenas de la película.

Nos sucede lo mismo con el guion, la película desarrolla varios frentes, para luego cerrarlo todo rápidamente.

Aun así nos parece interesante el planteamiento de la sutileza con la que trata el momento vital de Son, no centrando la trama de la película en su personaje. Aunque este hecho no sabemos si fue premeditado o hubo ciertas modificaciones en la historia al cruzarse en su marco temporal 20.000 especies de abejas.