El Pasaje Gutiérrez, uno de los espacios mas bonitos de Valladolid, declarado en 1998 Bien de Interés Cultural, será punto de encuentro de las noches de Seminci.
Es una película de huidas, casi todos los habitantes de la aldea huyen o han huido de algo, y ese habitat les sirve como refugio. Pero es ahí en esas huidas donde nos falla el guión, el espectador tampoco sabe de que huye o hacia donde va el personaje, nos oculta cosas, se pierden en miradas y silencios que no consiguen que empaticemos con la protagonista.
Pedro Barbero regresa al cine, con El futuro ya no es lo que era, y lo hace 15 años después de su primera y única película Tuno negro, una cinta de terror, enmarcada en la Universidad de Salamanca.