Juan Miguel del Castillo, cree que el cine debe ser utilizado como una herramienta de protesta, y es lo que hace en su ópera prima Techo y Comida , que en palabras de uno de los productores»es el neorrealismo de este tiempo, un documento que cuando se vea dentro de veinte o treinta años se sepa que esto es lo que estaba pasando en el país».

La protagonista es Rocío, papel interpretado por Natalia de Molina, que se mete en la piel de una joven madre soltera, sin trabajo, sin sustento y a punto de ser desahuciada.

Ha sido una película realizada gracias a una campaña de crowfunding sin  la cual no hubiese sido posible este proyecto, ya que por ser un tema sensible, incomodo y  tratado desde un punto de vista desgarrador se le cerraron muchas puertas. Pero ese punto de vista era el que quería plasmar el director, que como dijo en la rueda de prensa, posterior a su estreno en el Festival de Málaga.Cine Español «Es una película, sobre todo, para hacer reaccionar al pueblo, hemos querido darle voz a los que peor lo están pasando y poner el foco donde nadie quiere mirar».

La misma mañana de el estreno, ya se decía que era la película tapada de el festival, de la que casi nadie tenia referencias, pero que iba a sorprender, al mismo tiempo que se barajaba a Natalia de Molina como firme candidata a la Biznaga de Plata a Mejor Actriz, como así fue. Además de este premio Techo y Comida tuvo otros dos reconocimientos  Premio Asecan (Asociación de escritoras y escritores de Andalucía) a la Mejor Ópera Prima  y Biznaga de Plata Premio del Público.