Ayer fue un día muy especial para Valladolid y en especial para Seminci que quiso poner un broche de oro a su sesenta edición, con la entrega de la Espiga de Honor a Juliette Binoche.  A las 14.15 los medios de comunicación estábamos convocados en el Hotel Marqués de la Ensenada, para asistir al photocall y a la rueda de prensa que daría junto con Isabel Coixet, para presentar la película Nadie Quiere la Noche.

Había una luz especial en la rueda de prensa, abarrotada de periodistas de todos lo medios, se notaba que era una jornada especial. Javier Angulo, director de Seminci, lleno de alegría porque después de tres años intentándolo ha conseguido que ‘la actriz mas importante del cine europeo’ estuviera en Valladolid y la propia homenajeada encantanda ya que era la primera vez que visitaba España para presentar una película.

Una Espiga muy merecida, para una actriz que ha trabajado bajo las órdenes de Kiarostami, Godard, Kieslowski, Assayas, Haneke. Ganadora de un César por la Azul, la primera parte de la trilogía de Krzysztof Kieslowski sobre Francia y en 1997 el Óscar a la mejor actriz secundaria por El paciente Inglés de Anthony Minghella. Volvió a ser nominada, en esta ocasión a mejor actriz por Chocolat de Lasse Hllström, pero en esta ocasión el premio se lo llevó Julia Roberts por Erin  Brockovich.

Sobre como recibiría esta Espiga, comentó que espera recibirla con ‘humildad’, ‘porque he tenido la suerte de encontrar autores magníficos que vieron en mí lo que yo todavía no veía en mí misma’.