La 67 Seminci ha estrenado sus proyecciones con la película L’immensità  que participa en su sección oficial, aunque fuera de concurso, después de su paso por la 79 edición del festival de Venecia donde también formó parte de su sección oficial.

Protagonizada por Penélope Cruz, una vez más en el papel de madre, rol en el que últimamente nos tiene muy acostumbrados.

En esta ocasión interpreta a Clara, una mujer española que emigró a Italia en los años 70 y que se encuentra atrapada en un matrimonio en el que el amor hace tiempo que voló, y su día a día está marcado por las infidelidades, el autoritarismo del marido e incluso su maltrato.

Clara tiene tres hijos, la mayor Adriana que desea que la llamen Andrea (nombre masculino en italiano), también se encuentra atrapada en esta ocasión en un cuerpo que no reconoce pues desearía ser un chico.

PENÉLOPE SE METE EN LA PIEL DE «LA CARRÀ»

Clara se refugia en sus tres hijos para afrontar el día a día, y tanto a ella como a su hija mayor, la televisión les sirve de escape, esa televisión de los 70 en Italia en la que la gran Raffaella Carrà ocupaba minutos y minutos, entre otras grandes estrellas de la época.

A través de estas ensoñaciones de las protagonistas podemos ver a Penéope  y a su hija en la ficción metiéndose en la piel de Raffaella, Patty Bravo cantando Grazie amore mio  o a Adriano Celentano con su Prisencolinensinainciusol, sin duda estas interpretaciones son uno de los mejores momentos de esta cinta dirigida por Emmanuelle Crialese.

Crialese cosechó su primer éxito con la película Respiro en 2002, que fue premiada en la Semana de la Crítica de Cannes, y desde el 2011 con Terrafirme no le habíamos vuelto a ver tras las cámaras.

En esta ocasión lo ha querido hacer con una cinta nostálgica y autobiográfica, que aunque no pasará a la historia si es una película agradable de ver.

No es la primera vez que Penélope actúa en lengua italiana ya lo hizo en To Rome with Love (2012) bajo las órdenes de Woody Allen donde interpretaba a una trabajadora sexual romana y en dos trabajos del realizador Sergio Castellitto, Don’t Move (2004) y Twice Born (2012).

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