Marisa rompe aguas inesperadamente y se dirige al hospital mas cercano donde vive una auténtica pesadilla. Aunque ha oído hablar de los cambios en la sanidad pública, no es consciente de la gravedad y el alcance de estas medidas hasta que las vive en su propia carne y en la de su bebé.

La directora de esta historia titulada La buena fe, es Begoña Soler, que cuenta, que la idea para hacer este corto, le surgió, al visitar a su abuela en el hospital, al llegar allí se encontraron con un mostrador vacío y un ala que parecía deshabitada. No podía dejar de preguntarse que pasaría si viniese una persona sola con una emergencia.

El cortometraje fue rodado en dos partes y su proceso de creación y rodaje fue largo y complicado, duro casi dos años.Las localizaciones tampoco fueron fáciles ya que se rodó en un hospital y una carretera.

Este es el cuarto proyecto fílmico de Begoña Soler, trabajo que comparte con la docencia, ya que es profesora de la asignatura de Dirección de actores en la Escuela Nucine de Valencia.