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LA CONTADORA DE PELÍCULAS, UNA FÁBULA DE CINE.

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Lone Scherfig, regresa a Seminci después de haber logrado allá por la edición número 46 la Espiga de Oro, con su italiano para prinicpiantes y haber presentado posteriormente dos de sus joyas cinematográficas Willburg se quiere suicidar y An education que estuvo nominada a los Oscars.

Esta vez viene con La Contadora de Películas, cinta que ha inaugurado la 68 edición del Festival vallisoletano, después de haber pasado por el Festival de Cine de Toronto.

Es la adaptación cinematográfica de la novela homónima de Hernán Rivera Letelier de 2009.

La historia transcurre en el desierto de Atacama en el año 1969 y cuenta la historia de María Margarita.

En la casa de María Margarita, los domingos eran el mejor día de la semana, cuando toda la familia se ponía sus mejores galas para ir al cine y ver películas como Senderos de gloria o Quien mató a Liberti Vallace, junto a su padre Medardo, su madre María Magnolia, y sus hermanos cuyos nombres también empiezan por M, porque según su padre ese era el secreto de los grandes artistas de cine como Marilyn Monro

Pero un día el padre sufre un accidente en la salitrera en la que trabaja, que lo deja prostrado en una silla de ruedas, por lo que la familia se queda con menos recursos económicos que les impide ir juntos al cine.

Así que el padre decide que irá uno de los hermanos y a la vuelta contará la película a toda su familia el que mejor lo haga será el contador de películas de la familia.

Los hermanos de María Margarita fueron los primeros en acudir al cine, pero no con mucho éxito a la hora de contar las películas.

Las películas que le tocaron en suerte a sus hermanos fueron Desayuno con diamantes y Los paraguas de Chesburgo.

Cuando llegó el turno de María Margarita,  intentó memorizar los diálogos de Espartaco,  lo que junto a  su maravillosa interpretación, y un poco de atrezzo, la convirtió en la contadora de películas de sus familia y posteriormente de todo el pueblo.

Al darse cuenta de su éxito empiezan a vender entradas para sus espectáculos y se convertirá en Rita Valentina la Contadora de Películas, en esta ocasión su nombre artístico no empieza por eme.

Pero la vida de esta familia empezará a torcerse mas cuando la madre les abandona, y se convierte la película en un coming of age, en el que según se va haciendo mayor la protagonista los acontecimientos trágicos no paran de cebarse con la familia a lo que se une los acontecimientos políticos que azotan Chile, como el golpe militar de Augusto Pinochet y su dictadura.

A pesar de estas desgracias, la película está contada desde la ternura y a modo de fábula, sin recrearse en escenas dramáticas.

Scherfig consigue que estas escenas no sean necesarias para entender la historia, pues solo mirando a los ojos a los personajes ya entendemos lo sucedido.

En definitiva, es una carta de amor al cine, que se podría añadir a la lista de películas que nos hablan de la magia del cine como podría ser la maravillosa Cinema Paradiso de Giusepe Tornatore, o en los últimos años Belfast o Los Fabelman la última película de Peter Bogdanovich sin olvidarnos de Last Film Show de Pan Nalin ganadora en la edición 66 de la Espiga de Oro de Seminci.

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