Los hermanos Arab y Tarzan Nasser regresan a la Seminci, con su segundo largometraje Gaza Mon Amour después de que lo hicieran con su película Degradé.

Se trata de una coproducción entre Francia, Alemania, Portugal, Palestina y Catar.

El protagonista es Issa (Salim Daw), un solitario sexagenario pescador que vive en un campo de refugiados en la franja de Gaza, enamorado de Siham, una mujer que trabaja en una mercería como modista junto a su hija Leila.

Un día accidentalmente Issa descubre en sus redes de pesca una estatua griega del dios Apolo, que esconde, pero que en breve será confiscada por las autoridades palestinas.

A partir de este momento, el hallazgo, pondrá en dificultades al pescador entorpeciendo su intención de declarar su amor a Siham.

Gaza mon amour es una película pequeñita que bebe en cierto modo del neorealismo italiano.

Nos muestra una franja de Gaza con su problemática como cortes de energía diarios, o en los noticiarios hablando continuamente de sus tensiones políticas, pero que a pesar de ello vemos que a los habitantes de Gaza, les mueven las mismas pasiones que a los demás y el amor está por encima de todo.

Destacan conversaciones de Issa con su mejor amigo, el cual quiere escapar a Europa , pero sin embargo el pescador dice encontrarse feliz en Gaza.

El tono utilizado por los hermanos Nasser es amable, consiguen humanizar a una zona muy complicada geo políticamente, ahonda mas en las psicología de los personajes que en el entorno que les rodea.

Gente mas afín a nosotros de lo que nos podemos imaginar, pues el protagonista cocina al ritmo de Julio Iglesias.

En definitiva una historia de amor inspirada en el cine clásico como muestra la escena final, y la preciosa música que acompaña a los títulos de crédito.

Por algo ha sido elegida como la película que representará a Palestina en los Oscar de 2021.